EL SEÑOR DE LA LUZ


[11] Recuerdo este libro, El Señor de la Luz, hace muchos años, en tapa dura, como todos los de Minotauro. Yo no podía comprar libros entonces, no sabía. Era el tiempo en que un libro era un país muy lejano, mágico, arcano. Recuerdo de aquella época, por ejemplo, comenzar un libro, El Señor de los Anillos, pongamos, y después de terminar los primeros capítulos, abrirlo por las últimas páginas, y descubrir que los personajes continuaban allí, y sentir una especie de vértigo apocado y feliz. Era un crío, eso es todo.

Los libros pasaban por mis días como cosas muy ajenas, como si no fueran a encajar nunca muy bien con el resto de las cosas. También recuerdo que algunas pocas veces que oía hablar de la India, o que escuchaba el sonido agudo de aquella tierra incógnita, me producía un miedo inexplicable, un miedo como a algo que jamás iba a ser mío. Nunca he sabido adivinar bien mi propio futuro.

Ahora vivo para los libros, con los libros, ahora crezco para adentro cuando suenan en mi oído el lenguaje del sitar y de la tabla. Un día supe que el libro de Roger Zelazny hablaba de un futuro lleno de olor a dioses hindúes. Y tenerlo aquí conmigo, por fin, es una bala en la recámara para adivinar mi propio pasado.

ZELAZNY, Roger, El Señor de la Luz. Minotauro. Barcelona, 2003. ISBN 84-450-7463-6.